México goza de una gran biodiversidad, siendo considerado uno de los países más ricos en especies forestales. Éstas se encuentran claramente definidas e íntimamente ligadas al fuego; por ello, este elemento influye fuertemente en el desarrollo, la producción y el establecimiento de las diferentes especies animales y vegetales de manera natural. Sin embargo, desde 1998 los incendios forestales han ocasionado grandes impactos que se traducen en pérdidas y modificaciones radicales de nuestros ecosistemas.
Para contrarrestar tales efectos, el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (FMCN), a través del Programa de Manejo del Fuego y Restauración (PROMAFUR), coordinó durante diez años la participación de organizaciones de la sociedad civil en la prevención de incendios y en la restauración de áreas prioritarias afectadas por éstos, a través de cuatro estrategias:
1. La promoción de la colaboración entre instituciones nacionales, internacionales y grupos locales.
2. El desarrollo de prácticas regionales para el manejo sustentable de los recursos naturales.
3. La consolidación de la participación local en el Manejo del Fuego.
4. La incorporación de elementos científicos y tecnológicos en el Manejo del Fuego.