El primer paso de un sistema de control administrativo es el proceso de planeación y presupuestación.
La planeación es integral. Debe incluir todos los factores que influyen en la organización las decisiones de manejo de estos factores. Tiene su punto de partida en las misión de la organización y culmina en los planes y actividades que le permiten cumplir esta misión. La planeación financiera es un proceso complejo. Como ejemplo de esta complejidad baste con tomar en consideración la dificultad de incorporar el impacto potencial de la situación económica de un país en los planes de la organización. Aún cuando los administradores de la organización no controlan a la economía, debe incorporar los probables efectos que ésta tenga en los salarios, costo de los materiales y otros.
A pesar de su complejidad, la planeación financiera es una actividad administrativa clave. La base de la buena administración es el cumplimiento de planes cuidadosamente diseñados. Los resultados no anticipados, ya sean positivos o negativos, son la oveja negra del administrador eficiente y eficaz.
La buena planeación ofrece una gama de beneficios. Representa un mapa claro para los miembros de la organización y sus clientes o donantes. Enuncian “Esto es lo que somos y lo que deseamos alcanzar”.