El administrador financiero es aquella persona o grupo de personas responsables de las decisiones financieras y de inversión de una institución, sean los fines de ésta, lucrativos o no lucrativos. El objetivo fundamental de su quehacer diario será asegurar la permanencia en el tiempo de la institución. En la empresa con fines de lucro, así como en la organización no lucrativa, esta permanencia se verá determinada por una parte por el nivel de ingresos que logre generar en colaboración con todos los miembros de la institución. Por la otra, será la labor del administrador asegurar un manejo eficiente de los recursos, evitando costos excesivos y/o superfluos.
Lo anterior rompe con la histórica tendencia de establecer un muro entre la tarea de administrar una empresa cuyo objetivo sea maximizar utilidades y una organización no lucrativa que busca maximizar el bienestar de la comunidad. Las motivaciones de ambos tipos de institución son diferentes, pero comunes en su intención de permanecer y en su necesidad de establecer mecanismos administrativos adecuados para lograrlo.
En las próximas páginas, analizaremos las diferencias entre la organización no lucrativa y la empresa, así como las exigencias que estas diferencias imprimen en el administrador financiero de una organización no lucrativa. Asimismo, definiremos las funciones del administrador y sus responsabilidades, para finalmente concluir con una serie de preguntas que el administrador debe responder para determinar la situación financiera de la organización y, entonces, poder desarrollar estrategias de mejora administrativa que encaminen a ésta a la sustentabilidad de largo plazo.