Marcela Elidé Poot Bustillos, 40 años, Brigadista ejidal de CONAFOR, Quintana Roo
Marcela nació en la localidad José Narciso Rovirosa, en el ejido San Francisco Botes, Quintana Roo. Estudió técnico laboratorista en el CBTIS de Chetumal y se fue a Playa del Carmen a trabajar como laboratorista por la mañana y en una unidad médico quirúrgica por las tardes, con media hora para comer entre ambos empleos.
Se casó y regresó a su pueblo para dedicarse a ser ama de casa y cuidar de sus dos hijos: “Fue un cambio natural que todas las mujeres pasamos, una etapa de la vida en que tenemos que dedicarnos al hogar”.
En el 2012, un accidente terminó con la vida de su esposo, y ella probó varios trabajos para sostener a su familia, como el cultivo de la caña de azúcar en los terrenos familiares. “Pensé en entrar a un laboratorio en Cancún, pero no quise dejar a mis hijos solos en el pueblo, por esa razón permanecí aquí y tomé lo que se me presentó”. Lo que más le ayudó fue participar en el programa de trabajadores temporales agrícolas en Canadá, viajando en verano a Columbia Británica para empacar cerezas y blueberries.
Hace tres años la CONAFOR creó en su pueblo una brigada que trabaja temporalmente en los meses de marzo, abril y mayo, y que está integrada por 10 personas, de las cuales tres son mujeres. “Yo llegué por la invitación de unas compañeras, recuerdo que en aquel entonces no me llamó mucho la atención, pero entré por curiosidad, y con el tiempo me ha gustado mucho estar ahí, he aprendido a valorar lo que significa esta labor, ahora me doy cuenta de todo lo que vale”.
“Al principio no éramos muy bien vistas en el pueblo”, recuerda, “nos decían que estábamos perdiendo el tiempo, no le daban importancia a lo que hacíamos, y además veían mal el hecho de que anduvieran tres mujeres en el campo rodeadas de hombres, pero si nos hubiéramos detenido a pensar lo que iban a decir no estaríamos aquí, nosotras hemos disfrutado de nuestro trabajo, hemos sentido un ambiente agradable”.
En febrero del 2018, participó en el segundo taller Mujeres de Latinoamérica en el Manejo de Incendios Forestales, organizado por el FMCN y el Servicio Forestal de los Estados Unidos en Tucson, Arizona. “Ha cambiado mi forma de pensar, me ha llenado de energía positiva, para cambiar la mentalidad y no sentir limitaciones, buscar nuevas expectativas, no cerrarse las puertas y gestionar las formas y maneras en que uno puede lograr las metas o los propósitos que uno se imponga. Me ha beneficiado mucho de una manera personal, me hace proyectarme hacia nuevas metas y nuevos propósitos”.
El taller también le hizo replantearse su preparación académica: “Me di cuenta de que todas las asistentes al taller tenían al menos una carrera, y me arrepentí de no haber seguido estudiando en su momento. Yo de niña quería ser médica o estudiar ingeniería ambiental, pero nada más me quedé con el bachillerato técnico. No me sentí limitada para entender el taller, pero sí me hizo pensar mucho en la escuela. Tal vez cuando mis hijos ya sean grandes pueda volver a estudiar”.
En el 2018, Marcela regresó a Canadá pero esta vez no fue a empacar frutas, sino a combatir incendios forestales. “En el 2017 hubo una feria de Protección Civil y mi buena amiga de CONAFOR, Nidia Díaz, me invitó a asistir. Ahí Nidia me presentó a Alfredo Nolasco, el gerente nacional de Protección de Incendios Forestales de CONAFOR, él estaba enterado de mi trabajo y me preguntó si yo viajaba cada año a trabajar en Canadá y me dijo que yo era muy valiente, y que si no me interesaría ir pero para combatir incendios. Llegó el siguiente año y en la temporada me llamaron para decirme que estaba aceptada, estuve un mes trabajando en Ontario”.
“Muchas personas me preguntan por qué estoy en un trabajo tan rudo pero es para mí un reto personal el poder decirme a mí misma: sí lo puedes hacer. Eso me hace sentir muy satisfecha. No me considero una mujer muy fuerte pero trato de hacer las cosas lo mejor posible. Nuestro trabajo es importante porque es una manera de contribuir con la naturaleza, concientizar sobre el impacto de la naturaleza, los impactos sobre el clima, esa es la pequeña contribución que hacemos quienes trabajamos en esto”.
Historia realizada por el Programa de Cooperación Técnica Internacional en Materia Forestal USFS-USAID-FMCN.
Créditos de fotos y elaboración de historia: Francisco Cubas Jiménez.
Crédito foto brigada: Marcela Poot.