Parece que en los últimos tiempos hablar de evaluación está de moda. Y lo cierto es que son grandes los esfuerzos que las agencias internacionales, las ONG y otras entidades están realizando por mejorar la gestión y, sobre todo, el impacto que generan los proyectos de desarrollo en las poblaciones, las comunidades y los pueblos beneficiarios. En ese sentido, y en muchas ocasiones motivados por el aprendizaje de los fracasos, los organismos han invertido tiempo, esfuerzo y recursos en mejorar sus intervenciones y la gestión de las mismas. Es por ello que, hoy en día, la mayoría de las agencias, ONG, etc., disponen de sistemas propios para la identificación y la planificación de las acciones.