Muy a menudo, la junta de una organización no lucrativa (ONL) es poco más que una colección de gente con altas capacidades que realiza actividades de bajo nivel. Pero eso puede cambiar, opinan los autores de este artículo, si los fideicomisarios están dispuestos a descubrir y tomar parte en el nuevo trabajo de la junta. Cuando ejecuten su nuevo trabajo, los miembros de la junta pueden incrementar de manera significativa la misión de su institución, así como su bienestar a largo plazo.
Hacer su nuevo trabajo requiere que la junta desarrolle nuevas prácticas. En primar lugar, la junta debe ir más allá de la administración convencional y encontrar cuales son los asuntos que realmente le importan a su institución. Eso puede lograrse haciendo que el CEO dibuje el gran cuadro de los intereses de la organización, entendiendo cuáles son los puntos clave, consultando expertos y decidiendo qué necesidades necesitan ser evaluadas para poder juzgar el desarrollo y desempeño de la institución.
En segundo lugar,la junta, al hacer el nuevo trabajo, debe tomar cartas en el asunto, no sólo estableciendo la política, sino también trabajando con la administración para implementarla. En tercer lugar, la junta debe ir más allá del la mera organización funcional; la junta requiere flexibilidad y la posibilidad de alentar buenos acuerdos. Finalmente, las reuniones de la junta-donde se subdesarrolla de manera más evidente-deben ser dirigidas por metas en lugar de procesos.
Los autores dan muchos ejemplos de juntas quehan abrazado exitosamente este modelo de trabajo nuevo. Los intereses son altos, pero si las juntas demuestran que pueden cambiar de manera efectiva, sus empleados y la institución a la que sirven muy probablemente la sigan.
Author(s): Barbara E. Taylor., Richard P. Chait., Thomas P. Holland